jueves, 8 de diciembre de 2011
No es posible!
Sin creerme lo que estaba sucediendo decidí sentarme en el suelo, llorar y llorar de rabia interna, rabia porque la había perdido, me había dejado y se había ido con otro más guapo, más simpático y más bien parecido que yo.
Lo que siempre había estado pensado se había hecho realidad, mi corazón era invisible, no es que no estuviera, es que estaba, pero roto.
Claro está me levanté del suelo de un tirón, me sequé las lágrimas, y me fui hacia ella. Delante de él le dije las sinceras palabras:
" Como yo, ningún tío más en este mundo te va a querer y mucho menos te va a poder dar el amor que yo te eh dado te intenté dar y te daría el resto de mis días. "
Él la cogió del brazo y la apartó de mi y como si de una fuerza mayor en mi cuerpo se tratara, me armé de fuerza y valor y le metí tal paliza que ninguno de sus amigos fue capaz de mover un dedo, se quedaron completamente paralizados por lo ocurrido. Me quedé mirándolos a todos y les dije:
" El que quiera plantarme cara que lo haga ahora pero luego por la calle que ni me mire. "
Esas sinceras palabras llegaron directas a los cerebros y corazones de cada uno haciéndoles entender que su amigo me había jodido de por vida, me había quitado lo que yo más quería en este mundo, la única razón de vivir. Y no quise matarlo porque no soy un asesino simplemente me desahogué con la persona que se merecía recibir esa tunda de palos por ser un ladrón, por que lo que hizo él es de ser un ladrón de almas.
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